Procrastinación: el arte en postergar

Procrastinación: el arte en postergar

Procrastinar es el hábito de posponer una o varias tareas pendientes realizando otras cosas menos importantes. Es una práctica muy común a la hora de hacer un informe difícil en el trabajo o alguna  tarea del hogar que no nos apetece.

¿Por qué procrastinamos?

  • Baja autoestima: no verse capaz.
  • Emociones desagradables: estrés, miedo, frustración…
  • Bajo autocontrol.
  • Dificultades en la planificación.
  • Exceso de perfeccionismo.
  • Tareas ambiguas.
  • Multitarea.

Claves para dejar de procrastinar

  • Define tus objetivos de forma clara y concreta.
  • Reduce el perfeccionismo: es mucho más eficiente hacer tres buenos informes que uno perfecto.
  • Divide las tareas.
  • Verifica tu checklist.
  • Establece siempre fechas límite.
  • Refuerza tus logros: pon una tarea gratificante después de cada tarea (comer algo, dar un paseo, escribir a un amigo…).

Técnicas de gestión del tiempo

  • Organiza de forma eficiente tu tiempo: dedica unos minutos a programarte y planificarte diariamente, antes de empezar cada día.
  • Matriz Eisenhower: separa las tareas en cuatro cuadrantes:
    1. Urgente e importante: tareas que hay que realizar de inmediato (la entrega del proyecto porque cumple la fecha de entrega).
    2. Importante, pero no urgente: tareas que puedes programar para hacer más adelante (una reunión de equipo, sin fecha de entrega como un proyecto).
    3. Urgente, pero no importante: tareas que puedes delegar en otra persona.
    4. Ni urgente ni importante: tareas que puedes descartar o eliminar:
      • Respeta los tiempos de descanso según tu curva de rendimiento.
      • Deja margen de tiempo para los imprevistos: unos 30-50 minutos en cada jornada.
      • Usa organizadores y herramientas de gestión del tiempo.
      • Delega: aprende a trabajar en equipo y a delegar.
      • Identifica y elimina distracciones y ladrones de tiempo (móvil, charlas…).
      • Regla de los 2 minutos: si necesitas menos de 2 minutos para finalizar una tarea, hazla en ese momento.
      • Ordena tu espacio físico y digital.

Conclusión

La procrastinación puede convertirse en un enemigo de nuestras metas, alejándonos de ellas y entorpeciendo nuestro camino. Una organización coherente, la priorización de los objetivos y la gestión eficiente son imprescindibles para romper con este hábito.

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