Navidad, turrón y otras cosillas
Ya llega el esperado tiempo de la ilusión o la añoranza que, como siempre, pasará como una exhalación! Disfrutémoslo con la familia, los amigos o los recuerdos. Estas Fiestas parecen recortadas para ser terreno común de alegrías y satisfacción de muchos. O tal vez nostalgia o pena, para los que algo o alguien les falta.
Los presupuestos crecen, los precios… también y los menús se sofistican. Aperitivos, carnes y pescados, verduras, pasteles… y turrón. El turrón es la bandera de nuestro ejército de alimentos tradicionales y típicos en estas evocadoras fechas.
Todo parece impulsar energía positiva. Hay que aprovechar estas buenas tradiciones. Es constructivo el favorecer momentos felices a cualquiera que los eche en falta. O mejorar ayudas, condiciones humanas, familiares, sociales… “Las Fiestas de Navidad no son las más indicadas para agobiarse con recomendaciones restrictivas; aún así, es muy posible salir airoso con el peso indemne, si se sabe utilizar la compensación.” Una época de fácil comer y beber, de reuniones de amigos y familiares, donde suelen abundar provisiones generosas de “dulces o salados” o de bebidas alcohólicas, posiblemente algo más de lo deseable. La oferta de postres es la que más se diferencia de las propuestas habituales, así como la carta de vinos y licores.
Las comidas suelen ser mariscos y pescados (¡Ay, Galicia querida! ¡No hay palabras, sólo sentimiento!), asados de carnes diferentes, acompañados de hortalizas diversas. Los aperitivos, el vino, los postres y los licores son los que incrementan el nivel calórico de las comidas. Y las reuniones de media tarde también se suman.
Los dulces navideños -turrones, polvorones, mazapanes, roscón de Reyes- son los invitados especiales en cualquier mesa navideña. Su presencia es casi imprescindible. Sin privaros del Mazapán de Toledo o de Cádiz, del turrón de Alicante o Jijona y de tantos otros manjares, tened en cuenta que…
Cien gramos de Turrón, mazapán, bombones… equivalen aproximadamente a unas 450 kilocalorías y a una de estas propuestas:
- Un plato de paella
- Medio litro de vino
- Un litro de cerveza
- Dos litros de cerveza sin alcohol
- Un litro de refresco de cola (tres latas)
- Diez litros de refresco de cola “light” (treinta latas)
- Una ración (100 gramos) de jamón ibérico
- Un whisky con colaMedio kilo de mariscos
- Medio kilo de merluza o trescientos gramos de salmón ahumado
- Medio kilo de patatas
- Un kilo de lombarda
- Dos kilos de espinacas
- Un plato y medio de espagueti boloñesa
- Ocho rebanadas de pan integral de molde (200 gramos)
La Fiestas de Navidad no son las más indicadas para agobiaros con recomendaciones restrictivas; sin embargo, os recuerdo que es muy posible salir airoso con el peso indemne, si sabemos utilizar el arma de la compensación: Desayunos suaves, comidas o cenas abundantes… pero no ambas. Y un paseo de una hora, equilibra buena parte de algún exceso.
Eliminado por inútil el pensamiento negativo de “fiestas consumistas”, disfruta de la mesa bien servida. Entrégate también a practicar lo que siempre han sido las afables nochebuenas, para las gentes de buena voluntad: paz, cariño, ayuda al prójimo y buenos propósitos. Una positiva y excelente manera de nutrirse… sin ganar kilos. ¡Felicidades a todos!
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