Bebidas energéticas, ¿sí o no?
¿Qué ocurre en tu organismo después de tomar una bebida energética?
Dependiendo del tiempo que haga desde que te hayas tomado la bebida energética, la reacción de tu cuerpo es muy variada. A continuación, vamos a analizar cómo puede afectar a tu organismo en relación a cuándo has ingerido esta bebida.
Los 10 minutos después de haberla bebido…
En cuanto la ingieres, la cafeína empieza a ser absorbida por la sangre y, por tanto, notarás que tu cuerpo se acelera. La cafeína afecta al ritmo cardíaco y a la presión, por lo que estarás más activo y despierto.
De los 15 a los 45 minutos de haberla tomado…
Este es el momento en el que notarás el efecto de las bebidas energéticas al máximo en tu organismo. Aquí es cuando la bebida te aporta su efecto más alto y conseguirás estar alerta y tener una concentración máxima.
A partir de los 50 minutos…
Lo más habitual es que el hígado empiece a reaccionar por el azúcar que ha asimilado. Es, por tanto, cuando tiene lugar lo que se conoce como “bajada de azúcar” y tiene lugar debido a que los niveles empiezan a decaer porque la cafeína empieza a marcharse del organismo.
A las 5 horas de haberla ingerido…
Aproximadamente, el 50% de la cafeína de la bebida energética se encuentra todavía en tu sangre y, por tanto, puede seguir alterando tus niveles de azúcar del cuerpo.
Entre las 12 y las 24 horas siguientes…
Aquí es cuando el cuerpo empieza a presentar los signos de abstinencia de la cafeína, es decir, puede sentir dolores de cabeza, estreñimiento, irritabilidad, etc.
Cada vez son más las personas que toman bebidas energéticas, incluso sustituyendo a bebidas como el café o los refrescos con cafeína, ya que su efecto es mucho más intenso. Pero, ¿son saludables?
Entonces… bebidas energéticas, ¿sí o no?
Lo cierto es que este tipo de bebida nos aporta una gran cantidad de cafeína y azúcares que afectan a nuestro organismo, pero si las tomamos de forma muy ocasional tampoco nos afectará de manera excesiva como si lo hacemos más frecuentemente o a diario.
Los expertos recomiendan que nunca se deberían de tomar más de 500 ml al día si se quiere tener una buena salud. Pero, además, están totalmente desaconsejadas en:
- Personas con la presión alta
- Pacientes con problemas cardíacos
- Niños y adolescentes
- Mujeres embarazadas o durante el periodo de lactancia